La Detección Deportiva es apasionante, un deporte que me enamoró desde que supe de el y que a Tiza le encantó desde el principio, pero Tiza es muy exigente, casi siempre va por delante de mi y tengo que estar preparada para todo con ella.Esta cuasi disciplina genera vínculo, conexión, entendimiento y compenetración absoluta entre perro y guía, no le vemos más que ventajas; que vamos a decir nosotros, si nos apasiona este deporte. Estamos federados en la Federación Española de perros Detectores y como club nos presentamos a las competiciones que preparan los demás clubes. Este año 2022 será el 2º, pero oficialmente el 1º, en preparar una competición a nivel nacional, en este evento reuniremos a binomios de todo el territorio estatal dispuestos a enseñar lo que han entrenado durante todo un año, esta convocatoria va a ser especial, muy muy especial, después de casi 2 años de parón, la Federación resurge con más fuerza que nunca y las competiciones si ya eran divertidas y llenas de risas y amigos, prometen serlo muchísimo más.
Qué decir de esta práctica a nivel terapéutico, es una buena alternativa antes de alcanzar ciertos protocolos de modificación de conducta. Proponemos este deporte en diversas terapias y con grandes resultados finales.
Usar la nariz es lo que más les gusta, y ¡Funciona!, algunas veces sólo tienen que recordar cuales son sus principales recursos y con la Detección lo logramos.
Este año tenemos en el Club federado bastantes retos por delante y muy muy tentadores: una perrita que se aburre con facilidad y que nos exige mucho prohibiéndonos además que usemos cualquier tipo de inhibidor de conducta con ella por que se bloquea, un cachorro algo disperso y dependiente y una maquina de perra que no sabe que lo es pero el potencial le sale por las orejitas y no sabe controlarlo.
De retos vivimos, y con el logro de ellos persisitimos.